Cardenal Carlos Castillo respalda a la Generación Z: “Aquí no hay terroristas, aquí hay personas con dignidad”
En su homilía, el líder eclesiástico se pronunció por la neutralidad de la Iglesia en las próximas elecciones y respaldó a los manifestantes que colmaron el centro limeño para exigir cambios ante situaciones percibidas como injustas

El cardenal Carlos Castillo, principal autoridad de la Iglesia católica en Perú, abordó esta mañana durante la misa dominical en la Catedral de Lima temas clave de la coyuntura social y política del país. Ante fieles y oyentes de la ceremonia, el prelado dejó en claro que la Iglesia no tomará partido por ningún candidato de cara a las elecciones generales de 2026. Castillo pidió evitar que la religión sea utilizada como argumento en la contienda electoral y enfatizó: “De ninguna manera hay un candidato preferido católico por la Iglesia. Ninguno. Si son buenos, deben ser elegidos. Y si son malos, no hay que elegirlos, por más católicos que sean. Aquí lo que prima es la conciencia del bien que puede realmente realizar”.
El mensaje adquiere relevancia en un escenario donde sectores políticos han intentado apelar a símbolos religiosos para captar votos. La postura del cardenal invita a separar la fe del debate partidario y llama a la conciencia del electorado para evaluar propuestas y trayectorias, más allá de la identidad confesional.
Reconocimiento a la Generación Z y crítica a la desigualdad
En su homilía, Carlos Castillo también hizo explícito su respaldo a la Generación Z, reconociendo la masiva movilización de jóvenes durante las protestas recientes en el centro histórico de Lima. El cardenal destacó la presencia de miles de participantes que expresaron demandas por justicia, orden y reformas ante situaciones que consideraron injustas. “Lo hemos visto en los muchachos que han salido a las calles, han llenado el centro de Lima inmensamente para reclamar orden en el país por tantas injusticias y leyes injustas que se han aprobado, como la de obligar a un seguro a los dieciocho años”, manifestó el prelado desde el púlpito.

Castillo aludió, además, a los reclamos de transportistas y ciudadanos afectados por recientes normativas, señalando como ejemplo la obligatoriedad de afiliación a seguros previsionales a temprana edad, en referencia a la polémica sobre la ley de AFP. Sus palabras conectan con la indignación social que se ha evidenciado en diversas manifestaciones y con el malestar ante legislaciones consideradas discriminatorias o impositivas.
“Y estos signos que estamos viendo en nuestras calles no son motivo para decir: ‘Esta gente, terrorista’. No, no, no, aquí no hay terroristas, aquí hay personas con derechos, con dignidad. Y nuestros jóvenes, por más que sean llamados Generación Z, tienen mucho que decirle a la humanidad. Son la última palabra que hay que decir, la última letra del abecedario: esperanza. Vamos a decir esperanza con Z", indicó.
Durante la liturgia, el cardenal Castillo instó a las autoridades a no dar la espalda a los sectores juveniles movilizados y a encauzar sus pedidos a través de un ciclo auténtico de escucha y respuesta. “Señores responsables del orden, hagan orden en la ciudad”, exhortó, en alusión tanto a la gestión pública como al proceder de las fuerzas policiales, cuestionadas por su actuación en las últimas jornadas de protesta.
De acuerdo con reportes recientes, las marchas del sábado y domingo en Lima dejaron al menos 18 personas heridas, entre ellas adultos mayores, periodistas y representantes de brigadas de atención, en el contexto de operativos donde algunos agentes hicieron uso de la fuerza. El caso del adulto mayor agredido por un efectivo motivó la apertura de un procedimiento disciplinario por parte de la Policía Nacional y mantiene el foco público sobre el respeto a los derechos de los manifestantes.
Iglesia pide evitar violencia y polarización
La intervención de Carlos Castillo se produce en medio de un ambiente marcado por tensiones entre movilizados, autoridades y poderes institucionales. Desde el púlpito, insistió en la importancia de garantizar el derecho a la protesta pacífica y reiteró la necesidad de desterrar la violencia en toda su forma, tanto desde el Estado como desde la ciudadanía.
Castillo apeló a los valores de justicia y dignidad, e invitó a no convertir la fe en un instrumento de polarización política. Su respaldo a la Generación Z y a quienes se manifiestan pacíficamente refuerza el mensaje de apertura y diálogo, y suma una nueva voz de referencia en medio de reclamos crecientes por mayor equidad social y atención genuina a las demandas populares.


